TAOISMO: EL ARTE DE LA ALCOBA
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El Arte de la alcoba (fang zhong zhi shu) es un sistema de prácticas alquímicas taoístas, que se refieren a la Tradición Taoísta de la Gran Pureza (conocida también como la Tradición de Más Alta Claridad). Esta enseñanza se formó de manera natural en el proceso de la evolución humana. Junto con el Arte del fortalecimiento de los tendones y la limpieza de la médula ósea, el Arte de la alcoba es el sistema más antiguo de arte práctico, pero en su comprensión es tan natural, como lo es la aparición misma del ser humano, la aparición del hombre y la mujer.
Mientras la humanidad vivió según las leyes del Cielo y la Tierra considerándose el Medio, este Arte fue parte natural imprescindible de la vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, el tema de la Alcoba comenzó a poseer cada vez más un carácter especulativo, en cuyo resultado hoy en día no sólo es imposible hacer esta práctica, sino que ni siquiera conocerla sin la comprensión de los principios fundamentales.
Según la enseñanza taoísta, la vitalidad de una persona se determina por su capacidad de absorber la energía Qi generada por el cuerpo y la fuerza vital de la energía Jing. La absorción de estas energías se determina como “interacción con las Nueve Esposas” (jiuqi). La cantidad más grande de la energía natural Jing se genera por las glándulas del sistema reproductor. Por lo tanto, la tarea consiste no sólo en su conservación, sino que también en la creación de las condiciones necesarias para que la absorción y la transformación se realicen de manera sabia, según el conocimiento, dado que la distribución incorrecta de esta energía lleva a su pérdida y a la obstrucción de los canales energéticos. De esta manera, el desarrollo y el control de la energía Jing, llegaron a ser la base de la formación de los conocimientos conocidos hoy en día como el Arte de la alcoba.
Antes del siglo VII a. C. (período tardío de la Dinastía Zhou), este Arte se desarrollaba seriamente, por lo que fue creada incluso la institución de las concubinas. Posteriormente, este sistema debido a distintas razones y circunstancias, empezó a decaer y a menudo la práctica empezó a transformarse en cierto tipo de entretenimiento, o sea la mujer dejó de representar el sentido energético y comenzó a convertirse en objeto de consumo. No obstante, por esta causa el hombre también comenzó a perder su recurso profundo.
Como resultado, la práctica llegó a la, así llamada, segunda etapa relacionada con el Arte de sellar la semilla (wuloujing). De hecho, prácticamente se perdieron dos corrientes importantes: la Creación del Cuerpo de Jade (yuti) y la Creación del Cuerpo de Pureza Celeste (tianqingti). El período de preparación y “cocción” cedió el paso al proceso del mismo coito, lo que al final llevó este Arte a la dependencia del nivel de los Maestros que representaban la práctica, lo que a su vez descompuso toda la tendencia en subsistemas y la dio cierto aura de sacralidad, que a menudo sustituía al sistema alquímico. Los conceptos de la moderación y el control sobre el proceso, la frecuencia y el ritmo que se desarrollaban hasta entonces a través de prácticas preparatorias específicas, dejaron de dominar y fueron completamente perdidos. El sistema empezó a ser cada vez más descontrolado, y las relaciones sexuales llevaron a la gente a la pérdida de energía y a enfermedades...
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